jueves, 17 de mayo de 2012

Los siete lobeznos y el travieso cabritillo


Érase una vez unos pequeños lobos que se quedaron solos en su choza porque su mami fue a cazar. Esta les advirtió de un pequeño y travieso cabritillo que andaba cerca. Ellos se rieron y dijeron:
-Jajaja somos ¡SIETE LOBOS! y él ¡UN CABRITILLO! Tranquila mami que si lo vemos por aquí nos lo zamparemos.
La madre se fue un poco preocupada pero confiando en sus pequeños lobitos.
Mientras, el pequeño cabritillo se escondía detrás escuchando todo y aprovechó para entrar y robar la comida.
Los lobeznos al principio no lo veían, pero al cabo de un rato lo detectaron comiéndose las sobras de su comida y fueron a por él.
-¡El cabritillo! ¡A por él! – gritó uno de ellos
-¡Ups! ¡A correr se ha dicho! – Dijo el cabritillo
El pequeño corrió en zigzag, saltó en cima de ellos… ¡HIZO LA CASA PEDAZOS!
Esta quedó destrozada, los lobos ya no sabían a donde correr ni que hacer.
-¡Quien iba a decir que un cabritillo se nos iba a escapar dejándonos agotados!- Dijo el más mayor lobezno.
Cuando mamá lobo entró a su casa se quedó asombrada y no se creía lo que sus hijitos le contaban.
Al final los pequeños fueron castigados por formar tal desastre y el cabritillo salió sano y salvo hasta que su madre cabra se enteró de lo que había hecho y le calló una buena también.
En conclusión: Hagas lo que hagas siempre te pillaran y como el refrán dice “se pilla antes a un embustero que a un cojo”

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